jueves, 31 de marzo de 2011

Locura cuerda



A veces hay una frase que te hace entenderlo todo,
pero todo de una vez.
Y a veces, después de semejante bocado de realidad,
hay una vuelta al misterio.

Otras veces, su caminar lingüístico
es ritmo un bebop jugando al equilibrista en un pentagrama.
Otras veces es un vé vó que te devuelve a la cañada.

A veces es una cárcel de las neuronas,
y a veces es comprender mas allá del yo.

Porque en la rutina del vicio entendí que cuesta comenzar a terminar,
y encontrar la llave que abre la puerta de la lógica y de la locura.

A veces lo observo a través de sus letras
y veo a un gato agazapado en el techo
observando, mirando...
buscando a una presa,
pero no para comerla,
solo para saciar su ira Gourmet.

Otra veces es una cubetera de hielo desdentada
difícil de llenar el espacio vacío de agua sabiendo que se mojarán los hielos.
Un boleto de ida y vuelta del por qué.

A veces es como un olor a rincón repleto de esos hombres tristes.
Es un olor a ojalá,
una fragancia de hasta cuándo.

Porque la bijouterie de la poesía y el pirata de la prosa
nos desnudan una pregunta:
¿estamos cuerdamente locos?



miércoles, 30 de marzo de 2011

Si te digo

"Extrañar": ¿Cómo te sientes?
"Gritar": ¿Te apetece?
"Correr": ¿Marchas?
"La nada": ¿Qué es?
"Pensar": ¿Alguna vez has dejado de hacerlo? 


Porque nada se olvida más rápido que un favor y más lento que una ofensa.



viernes, 25 de marzo de 2011

El engaño consiste en imitar la verdad

Toda persona que puede percibir puede ser engañada. EL ENGAÑO CONSISTE EN IMITAR LA VERDAD. Es un parasitismo del sistema preexistente de transmitir información correcta. Para las mujeres, semejante estrategia plantea el problema de detectar el engaño, descubrir la falta de sinceridad y el disfraz. En el estudio sobre el engaño se halló que los hombres emplean diversas tácticas para intentar engañar a las mujeres sobre sus intenciones. Con una frecuencia significativa mayor que estas actúan como si una mujer les interesara cuando no es así. […]
La mujer ha desarrollado estrategias de protección frente al engaño. Cuando busca una relación con compromiso, la primera línea de defensa es imponer costes de noviazgo, exigiendo tiempo prolongado, energía y compromiso antes de consentir en tener relaciones sexuales. A mayor tiempo, mayor evaluación. […] El hombre que trata de engañar a una mujer sobre sus intenciones definitivas se suele cansar de un noviazgo prolongado y se marcha a buscar una compañera sexual más fácilmente accesible.



jueves, 24 de marzo de 2011

La noche sale con la luna

Luna tiene lo que toda mujer sueña cuando se lo pide una estrella:
el hombre que siempre soñó.
Sol la quiere con el alma y la piel, con el fuego que le corre en las venas, con todo su corazón.

La princesa con su príncipe azul: una historia envuelta en velo de tul. Sin un solo error en la puntuación de casa escena. Un romance de novela de amor. Una historia sin dilema ni error.
Ella y él, nacidos para amar.

Nadie más, ella y él. Un amor tan perfecto. Son los dos muestra fiel de la causa y efecto, tan sutil, tan total, tan hermosa y deseable, tan gentil, tan real, tan apuesto y amable.

Noche ha sido desde un atardecer quien conoce los secretos de Luna, la amiga de su corazón.
Confidente y consejera a la vez, comprensiva y dulce como ninguna. Misterios no hay entre las dos.

Nadie acierta a dar el grito y negar la mentira del rumor oficial de una historia que parece irreal, sin causa alguna. Vaya historia que se vino a colar en el seno de la vida social: que la Noche sale con la Luna!

Qué pasó, cómo fue? Un amor tan perfecto. La razón y la piel en conflicto directo.  Tan sutil, tan actual, tan oculto y discreto tan precoz, tan total, tan prohibido y secreto.

Ella y él, un adiós que quedó en la memoria. Ella y ella son dos, y termina la historia en ese día en que el Sol se murió de amargura en una Noche de amor a la luz de la Luna.


miércoles, 23 de marzo de 2011

Tan fácil como contar un cuento

Y cuenta que te cuenta empezó a contar un cuento. Y mientras contaba el cuento se dio cuenta de que estaba contando un cuento diferente al que pensaba contar. Contando el nuevo cuento, enlazando lazos, volvió al cuento original. Contaba los días y las horas. Contaba los segundos. Y contando cuentos acabó por dejar de contar el tiempo. Sumergida en el cuento que empezó a contar, acabó en un nuevo cuento. Al pequeño que se lo contaba le contó que se diera cuenta de que en realidad no le estaba contando el cuento que en un principio le pensaba contar. Y contando cuentos perdió la cuenta del tiempo perdido…